RETO 3: POLITICA PÚBLICA DE COBERTURA Y CALIDAD DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO
Ámbito internacional.
Lugar: América Latína.
1. Presentación de la política pública
Solucionar problemas de la cobertura y la calidad de los servicios de agua potable y saneamiento: son muy importantes para el sector de agua potable y saneamiento, pues crean un clima en el país que resulta propicio para la inversión —tanto nacional como extranjera—, debido al dinamismo económico que generan, y ello se traduce en mejoras en los ingresos familiares y mayor estabilidad política y social. El contexto macroeconómico incide no sólo en la infraestructura. Hay países muy pobres, que soportan la falta de inversión en infraestructura, pues ésta encarece y empeora su acceso a los servicios.
2. Análisis de la política:
Se desenvuelve dentro del contexto institucional del país, con lo que la calidad de ese marco —plasmado en políticas, leyes, tradiciones, organización, etc.— resulta determinante. El gobierno en sus diferentes niveles, el sistema judicial y las instituciones privadas, así como la sociedad civil organizada, tendrán, en mayor o menor medida, incidencia en el desempeño de los prestadores, por cuanto pueden entorpecer o facilitar su efectividad y eficiencia.
Las cifras de inversión hablan por sí solas. Se estima que muchos países de la región lograrán alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en materia de agua potable y saneamiento (CEPAL, 2010b), pero habrá otros que no, debido a que sus inversiones no tienen prioridad suficiente a pesar del discurso público. Ésta es una constante en América Latina. Por ejemplo, se estima que los países de la región requieren invertir anualmente 2,6 mil millones de dólares para alcanzar los ODM en 2015 y 4,7 mil millones para lograr acceso universal en 2020, lo cual contrasta con la inversión histórica (1990-2008) de 2,8 mil millones al año (BID, 2010).
3 Impacto roles de género.
Las necesidades más básicas, como el agua, no son satisfechas—, a veces en forma explosiva y violenta.
1. Impacta en los roles de género porque los efectos de las mejoras de los servicios en la economía son sustanciales, no sólo por el impacto positivo que tienen en la población económicamente activa, que son mujeres y hombres sino porque abren nuevas oportunidades para el desarrollo del turismo y de las industrias agropecuarias, que son trabajos realizados primordialmente por las mujeres.
2 También en especial las orientadas a la exportación. La contaminación —real o percibida— de hortalizas o productos pesqueros, por ejemplo, puede acarrear una merma en las exportaciones o, directamente, la pérdida de los mercados, y por tanto, del sustento de las familiar, con lo que los hombres deberán emigrar al exterior.
3 . Cabe recordar que, en los países de la región, una parte importante de la población económicamente activa se desempeña en una actividad relacionada directa o indirectamente con el uso de los recursos hídricos: agricultura, artesanía, turismo, hidroelectricidad, minería y agroindustria.
Estos trabajos son primordialmente desempeñados por hombres. Por lo que es necesario una reorganización de los roles de género.
4. Una mejora en el servicio libera recursos de los presupuestos de las familias más pobres, pues no sólo permite disminuir los gastos en adquisición de agua de fuentes alternativas o atención médica, sino también el tiempo perdido durante la enfermedad, el acarreo de agua —que afecta en mayor medida a los niños y las mujeres—, facilitando la (re)inserción en el mundo laboral e integración social. En términos de externalidades positivas, la mejora del servicio aumenta los niveles de escolaridad —particularmente en las mujeres—, y, en general, el nivel de vida de las personas.
Impactos:
Sus impactos positivos van relacionados con la inversión en infraestructuras. Sin inversión para expandir la cobertura y subsidios para los pobres, los servicios no serán socializables, en el sentido de que deben alcanzar a todos, o de lo contrario, sus efectos positivos no se materializarán. Las prioridades políticas se ven en el presupuesto
Impactos en materia de asequibilidad.
Para que los servicios sean sustentables, las economías nacionales deben crecer para poder generar —a través de salarios e impuestos— recursos suficientes para pagarlos. Los agentes externos —como bancos o inversores— no son fuentes netas de recursos adicionales a partir de los cuales el sector pueda depender en el largo plazo.
Eficiencia y equidad no son criterios antagónicos sino que complementarios. La eficiencia reduce los costos de prestación. Costos bajos implican mayor asequibilidad financiera y mayores oportunidades de uso. Al subir artificialmente los costos del servicio, la ineficiencia hiere la equidad.
Ausencia, provocará los siguientes impactos:
Gastos en salud. Los problemas de salud afectan más a la población de bajos ingresos, y aún más a los niños. A su vez, el impacto de las enfermedades sobre el presupuesto familiar de aquel segmento poblacional es significativamente mayor que en el resto de la población. En lo que respecta a los costos sociales, éstos están asociados a la morbilidad, la mortalidad, y la prevención.
Impactos positivos:
Aumento del bienestar. El acceso al servicio libera fondos familiares que se destinaban a procurar agua de diversos medios, normalmente de mayor costo y menor calidad. De manera tal que este tipo de política pública tiene una incidencia directa sobre la disminución de la pobreza e indigencia , a lo que se suma una mayor disponibilidad de tiempo para dedicarlo al trabajo remunerado, al estudio o al esparcimiento, un reequilibrio en las relaciones de género, una mejora en la asistencia y rendimiento escolar, y, en general, un incremento en la calidad de vida de las personas.
• Aumenta la eficiencia en el uso de agua. Uno de los grandes problemas de la región es la inadecuada gestión de sus recursos hídricos. La política de mejora del servicio de agua potable y saneamiento es un corrector eficiente de aquella administración, pues al existir un servicio de amplia cobertura se puede cobrar el costo real que el agua tiene para la sociedad. De esta forma, los usuarios adquieren conciencia de sus propias conductas en relación con el recurso, disminuyendo su derroche. Por otra parte, el cobro por contaminar el agua —internalización de externalidades—, o la inversión en obras de tratamiento, se traducen en una disminución de la contaminación, con el consiguiente aumento de la calidad físico-química y paisajística del agua.
• Desarrollo agrícola, exportador y turístico. Ciertamente, la mejora en la salud de las personas incide en su mayor disponibilidad laboral, lo que influye en los niveles de productividad de un país. Igualmente, una política que efectivamente aumente los niveles de tratamiento de las aguas servidas produce un incremento en la seguridad sanitaria del agua con que se riegan frutas y hortalizas y disminuye la contaminación marina, con el consiguiente efecto de abrir puertas a mercados externos, ampliar los internos y mejorar la competitividad de los productos que, al no ser regados con aguas contaminadas, pasan a obtener mejores certificaciones habilitantes . En términos de turismo, la provisión de agua potable hace más seguro sanitariamente a un destino y por consiguiente más atractivo —en términos relativos— que otros que no cuenten con él. El alcantarillado y el tratamiento de las aguas servidas mejoran la calidad escénica de los paisajes naturales, acentuando su atractivo.
4. Puntos débiles:
• Gastos en provisión de agua y saneamiento. La falta de agua potable impone a quienes carecen de ella gravámenes sustanciales en el momento de tener que optar por fuentes más caras —y de peor calidad— de abastecimiento (como bidones o camiones aljibe) y de disposición de excretas (letrinas, etc.). El costo de estas fuentes de abastecimiento puede llegar a ser 10 o 20 veces mayor en comparación con el suministro por red, lo que reduce la disponibilidad del servicio en zonas pobres. Asimismo, la población debe acarrear el agua desde el punto de abastecimiento hacia sus casas, con la consiguiente pérdida de tiempo que esto implica, particularmente en zonas rurales.
• Aumento de la deuda pública implícita. En la medida en que no se realizan las inversiones en reposición y expansión de la infraestructura de agua potable y saneamiento, aumenta la cantidad de financiamiento futuro requerido para ponerla al día.
• Aumento de la brecha de género. En las sociedades pobres, por regla general, las mujeres todavía son las principales responsables del uso del agua. De ese modo, son ellas quienes enfrentan mayores costos de oportunidad, sea por el tiempo de acarreo o por las labores domésticas asociadas (limpieza y aseo del hogar, lavado de alimentos).
En muchos casos, las reformas se complican y fracasan por falta de convencimiento local, imposición externa forzada y captura de las autoridades sectoriales, ya sea por grupos de interés especial, empresas, sindicatos, políticos o burocracias.
Las garantías y protecciones artificiales incrementan el riesgo moral de ineficiencia y fracaso, pues brindan seguridades no sustentables en el largo plazo y distorsionan incentivos para la toma de decisiones.
Motivar a los tomadores de decisiones a priorizar de manera efectiva el sector, es importante recordar que existen poderosas razones adicionales para promover una política que dé solución a los problemas de la cobertura y la calidad de los servicios de agua potable y saneamiento:
Puntos fuertes.
1. Han desarrollado reformas sectoriales importantes, empezando por la creación de marcos normativos. Si bien este paso resulta necesario, no es suficiente para dar solución a los problemas que se enfrentarán en la etapa de implementación .
2. Constituye una la planificación y, sobre todo, la implementación de la misma en el largo plazo, como una política de Estado.
3. contexto institucional estable y la calidad del aparato estatal ayudarán en este proceso asegurando la capacidad de implementar las políticas públicas complejas (regulación, subsidios, etc.) que se requieren para reducir los costos y fomentar la eficiencia
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